Tuesday, December 26, 2006

Cuento - Título: "El Primero, el peor"


No recuerdo en que momento de mi infancia, no recuerdo si fue en la escuela, o jugando con mis primos más grandes, no se como fue. Lo que si se es que desde ese momento (el cual e olvidado), comenzó lo que sería mi búsqueda, una ingrata búsqueda…
Cuando era verano, por ahí por el 84’ mi Madre iba a visitar a mis abuelos al campo… Creo que fue jugando con mis primos que comenzó esta obsesión, en fin, desde entonces, y bajo el contexto de los “juegos infantiles”, de aquí en adelante la mayoría de mis pensamientos estarían dirigidos a imaginar como sería mi vida relacionada con ellos, ósea con los hombres; y con aquella imagen del príncipe azúl del que tanto se habla, ese príncipe de los cuentos.
Para ese entonces mi mamá era una abnegada profesora de básica de la escuela E-592 de Trupán, orgullosa de su formación universitaria y de su independencia económica, sobre todo de su independencia económica ya que me crió sola. De mi Papá solo una foto de milico que guardaba mi mamá en su billetera. En otras palabras mi papá se echo al vuelo en el tiempo "pseudo conflicto" con argentina. Desde entonces mi mamá no supo más de el… Tal vez el echo de no tener un papá a quien mirar me hizo buscar en cualquier persona con pelo corto y pantalón al viejo que siempre me faltó…
Al pasar los años, cuando estaba más pailona, como a los 12 ó 13 años, era una “pendeja barsa”, no se si mi patudéz estaba relacionada con la garra de mi vieja, o con la ausencia de mi viejo…Para ese entonces practicaba los besos que veía en las teleseries con mis compañeros de curso… Esas prácticas me enseñaron que con un poco de pericia y astucia podría tener al novio que quisiera.
Antes de entrar a enseñanza media, y de un buen tiempo practicando mis besos, ya había tenido por lo menos una docena de pololos, además de atracones inocentes, amiguitos con besitos y decididamente novios. Una vez en el liceo y después de conocer lo que hacían las “abejitas, los pajaritos”, y de descubrir de cómo viene uno al mundo, no falto mucho tiempo antes de que me pegara mi primer y patético "encuentro cercano"…Por que será que en esta cartuchona sociedad nadie te dice, o por último te aconseja que no es conveniente perder la virginidad con otro weón vírgen... Claro, fría y calculadoramente escogí a un espécimen de mi gusto, morenito, flaquito, sin muchas espinillas, besaba rico lucho, no lo puedo negar, pero a la hora de la verdad, antes de que ese escurridizo falo me penetrara el luchito, pucha, el luchito acabo….No entendía nada…por un lado miraba mi Jumper; manchado, por otro lado miraba la cara del luchito, esa cara de cuando se te muere la mascota que te dejaron por encargo…En tanto el luchito me decía rojo como pimentón “disculpa polita…Primera vez que me pasa esta wea…” Claro que primera vez : le dije... Que desilusión.
A pesar de mi fallida primera incursión y después de darle una diplomática PLR (pata en la CULO) al luchito, como buena camboyana intente e intente hasta que por fin un Santiaguino veraneante me poseyo medianamente como corresponde, más que nada fue el responsable de preder mi impaciente himen. Todo parecía andar sobre ruedas, en el liceo era de las mejores alumnas, me serví literalmente todos los penes de mi curso y a los del B también, y aunque no tenía muchas amigas por que me consideraban “Puta” no me importaba mayormente por que mi objetivo era encontrar al Príncipe azúl…Pero de pronto todo cambio…
En las vacaciones de Septiembres de mi último año de Enseñanza media, llegó a mi casa una media hermana de mi mamá, mi media tía Adela. No era mayor de 25 años en ese entonces. Congeniamos altiro. La "súper tía" como le decía era buena pa’l garabato,autora del rosario más pagano que he escuchado, además tenía un notorio problema con el pipeño y la cerveza. Ella fue la responsable de mi primera borrachera y posterior caña. Me sentía en confianza con mi tía. A ella le conté de todos los amoríos y relaciones que había tenido hasta el momento, por lo que me decía con su aguardentosa voz “sobrina…usté es más caliente que el diablo con fiebre”…Se cagaba de la risa en mi cara, y lo peor yo con ella…Todo iba bien hasta que en la última tarde con mi tía, que con el vinito del almuerzo se puso media sentimental, me dijo…”Paulita…su príncipe azul, ese que usté tanto busca…puede tener plata, auto, estudios, simpatía, no se, ser un winnersffsf…Pero en lo que se tiene que fijar usté mijita, es que la haga sentir mujer cuando estén en la cama”-De nuevo quede pa adentro, sus ojos vidriosos de alcohol me miraban fijo, esperando mi respuesta:¿ Como tía, si yo ya soy mujer!!! Respondí choreada…”no sea weona mijita, de lo que le hablo es de los orgasmos, un weón que te deje tiritando de placer, que te corte la respiración, que te deje loca…Cuando encuentre a ese hombre, le aseguro que la plata, la simpatía, el caracho y todas las otras weas en que se fijan las minas van a ser una wea”…Quede más loca que el protagonista de Hombre Mirando al Sudeste…Que cresta era un orgasmo…Al irse mi tía, la idea seguía rondando por mi cabeza…Le pregunte a mi vieja, ¿Mami, que es un orgasmo?...”Quien te hablo de orgasmo polita, la Adela…Borracha de mierda” murmuro en voz baja. Después de esa respuesta ni cagando le preguntaba de nuevo. Como buena alumna hice lo lógico, DICCIONARIO DE LA REAL LENGUA ESPAÑOLA, ahí estaba la repuesta…Mentira esa cagá de libro me dejó aún más confundida. Para ese entonces solo sabía que era una reacción natural de la mujer al tener coito con un varón, mezclado con declaraciones calenturientas beodas de la tía Adela, que hablaban de tiritones y otras cosas que solo me confundían más…No podía seguir así, esto tenía que averiguarlo, y que mejor forma que tirando. Pasó el tiempo…Salí del liceo y di una buena prueba de aptitud, el puntaje me alcanzo pa estudiar Diseño industrial en la Universidad del Bio Bio en Concepción, solo me queda mencionarles que antes de entrar a clases me acosté con varios locos, y a pesar de eso aún no sentía los benditos tiritones y sensaciones que me contó la tía; mentira sería decirles que no sentía nada, igual me calentaba. Tambien conocí el viejo arte de la auto estimulación, me gusto tanto la posibilidad de autosatisfacerme y así ahorrarme borracheras y todas esas cosas que hacen los hombres pensando en que así se engrupe a una mina, pero de tiritones naranjas. Optimista pensé que en la U iba a conocer a "Mr. TIRITÓN", incluso en la fiesta mechona me acoste con un par de compañeritos, que al darse cuenta de mi jugada se terminaron agarrando a combos…Manía estúpida de los que creen que con eso son más hombres…En fín yo sin mi orgasmo…
Ya en clases conocí a una buena “amiga”, la Jóse…Josefina Isadora Peñafiel Larraín… La Jo es la típica lolíta de colegio inglés, que ha viajado con los papis por el mundo, se viste bonito, la van a dejar en auto a la U, no wevea en las protestas pal 11 por que es de “rotos”, no come de un sándwich mascado, hasta los pedos se los va a tirar al baño de su casa , ya que los de la U huelen a pichí… Cuica la Jóse, cuica…Pero a pesar de todas condiciones y “virtudes” la Jo era una muy buena amiga, era poseedora de una mente calenturienta, calentura que compensaba con las confesiones en la iglesia. No pasó mucho tiempo en que la Jo y yo nos hicimos comadres…Yo que no había tenido muchas amigas allá en Trupán, salvo aquel acercamiento con mi tía Adela, había encontrado en esta niñita de esquela, a mi compañera y confesora ideal…Éramos totalmente dispares…Ella por un lado vestía combinando el color de su bluza con el cinturón, las calcetas y sus zapatos de ½ taco…Yo por otro lado me vestía como una golfa letrada, un buen escote, falda o mini ajustada, con mochila de jeans y personal, lo que le daba el touch universitario. A tal punto llegó nuestra amistad que la Jo me invitaba casi todos los días a su casa, yo ni me aparecía por la pensión. Fín Capítulo 1

3 comments:

Anonymous said...

imagino que esto se pone paulatinamente mas hot, o me equivoco?... espero la segunda parte...dale, si?

:::GLeNdA::: said...

y como continua???....
lo habia leido, esta vez me entretuve tanto como en la anterior

mil besos

Lenka said...

Como te diria don Ramón "muy bien muchachito, muy bien"
Esperando el segundof.
Besos varios y surtidos.
L.